Las Vilas del Turbón

La avenida de las aguas termales surtidas de las fuentes de la Virgen de la Peña define la historia de  Las Vilas del Turbón. Acurrucado en el barrando de La Torcida se encuentra este grupo de caserios de arquitectura popular, bellas panorámicas y la ebullición del balneario y la planta embotelladora que lo han convertido en un foco principal del turismo y un recurso industrial de primer orden en La Ribagorza. 

Entre sus casas solariegas se identifican por su riqueza las arcadas de Casa Saura y el Nogueret o la arquitectura clásica de Casa Solana o Casa Garuz, cuya fachada se ha reproducido en el pueblo Español de Barcelona.

La existencia de Las Vilas del Turbón está ligada a su balneario, nutrido de la fuente de nueve grados considerado un remedio para enfermos del hígado y el riñón. El establecimiento termal se originó en la década de 1930, con el embotellamiento de las aguas y la inauguración del hotel en 1934. El parón de la Guerra Civil sólo fue un paréntesis de una actividad que mantiene hoy en día una notable actividad de negocio gracias a las modernas instalaciones del hotel y sus establecimientos para el tratamiento termal.